Hombre refranero...

Según la Real Academia Española, un refrán es un “dicho  agudo y sentencioso de uso común”, luego no veo el porqué de la segunda parte del refrán, la de “maricón o pilonero”. Como hombre medianamente refranero, yo prefiero otra, menos conocida de “medido y certero”.

Ratita siempre me acusa de ser muy refranero, cosa que no creo verdad, ni me asustaría reconocer, más aún, encantado andaría yo con algo más que un “quién bien te quiere, bien te hará llorar”. Cierto es el reconocer que algún que otro refrán sale de mi boca cuando mi sapiencia lo cree menester, pero, recopilemos y veamos si soy yo pilonero, o por el contrario es que a ella no le regalaron una copia ilustrada por su quinto cumpleaños y perdió con ello parte de la cultura de la lengua castellana.


Examen: Por favor conteste en el apartado de “Comentarios” sus respuestas, indicando su nombre.

1.      Cuando Ratita escribe sobre su ropa fea, su metamorfosis… ¿Qué refrán le dirías?

2.      Si ves que Menditxu va al dentista y tú hace tres años que no vas… ¿Qué refrán te dirían?

3.      Si alguien te dice…”es que creía que” o “es que pensaba que”… ¿De quién es amigo?

4.      Cuando llega la primavera, todos sabemos que se nos altera algo… ¿Qué es?

5.      Imagínate que tienes poco tiempo antes de una cita… ¿Cómo te vestirías? ¿Por qué?

6.      Si le das de comer a los hijos de tus amigos y luego no te quieren… ¿Qué pasó?

7.      Tú ocúpate de lo tuyo, que yo me ocupo de lo mío… ¿Qué dirías?

Podría seguir y seguir…pero me detendré, porque si algo es verdad es que tengo poca memoria y no me acuerdo de más en este momento. Ni falta que hace, porque los refranes son como las tablas de multiplicar del sentido común. No tienes que pensar en ellos para que te salgan, te salen sin más en la ocasión apropiada. Para aquellos que no digan muchos refranes; no se preocupen, pues yo creo que eso va en los genes y en el ambiente. Si tú no tienes genes refraneros, ni tu entorno es refranero, pues mala suerte, probablemente te quedarás en el “quien bien te quiere, bien te hará llorar”. Pero ten en cuenta que el mundo te necesita, si todo el mundo fuese refranero, esto sería el acabose. Como ejemplo lo que pasa cuando vas al pueblo y no entiendes ni la misa a la media de lo que dicen los viejitos.