viernes, 29 de octubre de 2010

¡Congo a la vista!

En este rincón perdido al otro lado del globo, al que ahora llamo casa, y al que antes llamaba Kigoma, las estaciones son solo dos; las estaciones secas y la estaciones de lluvias.
Resulta que cuando yo llegue aquí, era estación seca, obviamente no llovía nada. De hecho, pasaros más de tres semanas de cielos azules, de días de calor y sudor en la cama. En esos días, la tierra rojiza que rodea al maravilloso lago Tanganyka vuela por todos lados, difuminando en el horizonte aquel país que nos suena tan lejano en España, pero que aquí esta a tiro de piedra: El Congo Belga, Zaire, ahora renombrado a República Democrática del Congo, DRC.
Durante meses, se ve el sol languidecer por entre una neblina roja creada por la tierra, en vez de entre la silueta del ofuscado vecino.

No nos quejamos de las vistas de la casa.¡Como Podriamos!

Pero ahora las lluvias llegaron y además de hacer el aire más respirable y la temperatura más llevadera, nos ofrece otras maravillas. El perfil afilado de las montanas congolesas cortan la cansada naranja africana todas las tardes que no hay nubes y el lago se viste de un color rosado magnifico. Todo un espectáculo digno de ser admirado desde la tranquilidad de nuestro patio de casa, sujetando en la mano una cervecita fría.
Solo una cosa enturbia el pensamiento a veces, en esas montañas que yo veo desde mi cómoda silla, desde mi fresca cerveza, existen personas que se levantan cada mañana en un país que incluso en Tanzania se considera en “mala forma”. La alegría en cambio es que incluso hay, donde la vida está dura de morder, tendrán un espectáculo del bellísimo amanecer de las montañas de Kigoma, para sentirse contentos al despertar. 

jueves, 21 de octubre de 2010

Reuniones de vecinos

Una de las cosas que menos les gusta a los que tienen un piso en propiedad son las reuniones de vecinos. Un día subes en tu ascensor y te encuentras pegado en la pared un papelito, convocando tal día a todos los vecinos a las 20h en el portal.
Seguramente el convocado piense, para sus adentros:
-Joder que rollo. Otra vez más a discutir de si las tuberías estas y que si la lámpara del hall se ha fundido. ¡Para que tendré vecinos!

Alguna gente que yo conozco ni va a ellas. Acata lo que la mayoría diga y ya está. Total, el/la solo es un voto. Nada va a cambiar su presencia.
Yo he de reconocer que nunca he tenido el honor, como propietario, de asistir a ninguna. Solo he tenido la molesta sensación de tener que pasar, todo sudado después del entrenamiento de baloncesto, entre todos los vecinos especulando con tal o cual diseño de mandos para puerta de garaje. Nunca me gustaba pasar por entre toda esa gente. Me parecía que estaba molestando sus deliberaciones con mi discurrir por entre ellos.
Aquí, en Tanzania, las reuniones de vecinos son diferentes, como casi todo lo demás. Se convocan oralmente y en la explanada del pueblo. Todo el mundo se sienta en el suelo, menos cuatro privilegiados que se ponen detrás de unas sillitas y una mesa. Para las gentes de estos lugares, el acontecimiento de la semana, puede que del mes, es esta reunión.



Todos van; los niños, los adultos, los viejos y las mujeres, por ir van hasta los pollos que picotean alegres entre la concurrida asistencia. Como en casa, al final hablan los que tienen algo que decir y muchos callan, pero nadie dirá.
-Puff, reunión de vecinos, yo no pienso poner un pie ahí.
Para ellos es una cosa de interés comunitario y porque no decirlo, también la posible falta de otra actividad más lúdica a la que dedicar uno/a su tiempo vespertino.
Nosotros no somos comunidad, solo compartimos paredes por comodidad, ahorro y por supuesto, tenemos muchas cosas más interesantes que hacer son los ratos libres de la tarde. ¡GH 14 o algo así tonto nos espera en la tele!

lunes, 18 de octubre de 2010

Ya llevamos un año...

A lo tonto a lo tonto son ya un montón de entradas, un montón de visitas, muchos comentarios y espero ratos agradables,  leyéndonos a la Ratita y al Menditxu en nuestras pululaciones por estas tierras y las de más allí.
Muchas gracias a todos por leernos y en especial para aquellos y aquellas que hacéis comentarios, que son lo que más nos gusta. cada día que colgamos algo estamos deseando leerlos cuando los hay.


martes, 12 de octubre de 2010

En el aire, una vez más...

Cuando supe que me venía a Tanzania pensé: Me la llevo a Kigoma, la cometa? Me refiero, claro está a la de verdad, que como es tan alargada, pues sobresale de la maleta y es un poco incordio para facturar. La cibernética nos sigue a donde sea sin ocupar más espacio que el que tiene en nuestro corazón.

Finalmente, decidí que se merecía venir con nosotros, dado lo bien que me lo pasé con ella en las playas vascas. Además, le busque una cometa-novia para Ratita.
Supe que hice bien nada más llegar a esa playa azul de arena blanca. La marea estaba baja, el viento susurraba al atarcederde forma tranquila. ¡¡Dale hilo, dele hilo!! La montamos y en un minuto estaba dando vueltas y más vueltas en el atardecer.
Para cuando bajé los ojos del cielo a la tierra, tras el primer accidente, no menos de quince niñitos locales, estaban ya completamente emocionados de ver tan extraño y nervioso elemento volador. Habían dejado su balón de fútbol y seguían fascinados las piruetas que yo hacía en el aire. Cada vez que la cometa volaba rasante a su lado, se tiraban al suelo, rodaban hacían piruetas, gritaban o se reían. Si la cometa iba a la derecha ellos corrían hacia la izquierda y viceversa.
Supongo que se preguntarían; ¿Cómo tal cosa puede existir?¿Cómo será que vuela de un lado a otro si parar nunca?


Como era de esperar, los más atrevidos vinieron a curiosear y al ofrecerles los mandos no tardaron más de dos segundos en querer tomarlos...en menos de cinco minutos, Ratita y yo teníamos ya montado nuestro primer taller de vuelo acrobático de cometas de la isla de Zanzibar. Ella les enseñaba a lanzarla y yo a despegar y volar. La noche cayó tan deprisa que tuvimos que quedar al día siguiente ara repetir tan entretenido divertimento.
¿Qué más le puede pedir a mi primer día en Tanzania? ¡Tuve a la Ratita, a la cometa, una playa de ensueño y un montón de nuevos amiguitos divertidos!¡Para que más!

viernes, 8 de octubre de 2010

¿Que dirías si te regalase...

...una botella de agua?
PN (Persona normal): Pues depende Menditxu. Depende de si tengo sed o no, de si esta fresquita, de cuanto de grande sea. Si tengo que subirla por una cuesta...
M (Menditxu): Pues, pon que la botella está vacía .¿Que dirías entonces?
PN: Que no me tomes es pelo, que para que diantres quiero yo una botella vacía. Eso es basura, no vale para nada. Como mucho si eres uno de esos que hacen manualidades cutres con cosas viejas.

Hoy he estado por ahí, paseando por lugares donde las cosas se ven de diferente manera y donde la gente tiene otros recursos y escalas de valores. Me ha sorprendido, que una botella, vacía, de medio litro de agua, en realidad, no es basura sino algo a agradecer a quién sea que te la ofrezca. Se ve que vale para muchas cosas, que como probablemente tú, yo no se descifrar. Pero tiene un valor intrínseco por el que vale la pena pegar un par de empujones a tu amigo del colegio.
¿Quién sabe si hay gente rara por ahí que las usa de zapatos? Desde luego, aquí en Tanzania no. Será en algún lugar más pobre que la pobreza.

sábado, 2 de octubre de 2010

Colgando en sus manos

Mamaoca siempre decía que cada vez que escuchaba esta canción, le recordaba a Ratita y a Menditxu. Aunque no sea yo un gran fan de Carlos ni de la Señorita Sanchez, he de reconocer que estaba en lo cierto, cada vez sus acordes van más acorde con nosotros. Mi (nuestro ) corazon esta colgando en manos del, no tan, ajeno.  Sea destino o elección, no lo se, pero es así. Marbella, Venezuela y los 4-40, yo los intercambio  por Kigoma, Tanzania, Barcelona Reino Unido y muchos más, incluyendo Alpha Blondie y me sale la cuenta en positivo.

La cosa es que a día de hoy, cuando nos volvemos a despertar juntos después de una breve separación, todo es un poquito menos incierto. Todo es, colgando en sus manos, más llevadero; el calor, la agridulce inexactitud del futuro, lo de todos los días y lo que pertenece al reino de la metafísica. Mi cometa vuela mejor , más alegre y pizpireta, bajo  su cierto viento, siempre de levante, nunca cierzo, ni poniente.
Miro nuestras  fotografías, que nos acompañan siempre, ya sea en el lago Tanganica o en el altiplano, y veo, a parte de a todos nuestros queridos, muchos momentos pasados, momentos breves, de tan solo un milisegundo, que capturan su sonrisa, y la mia tras el obturador, en tantos y tantos sitios donde vagabundeamos a la vez y de la mano. Veo lo bonito de nuestro amor, sea cerca, lejos o a media distancia.