miércoles, 18 de agosto de 2021

Rabitos de Pasa

Rabitos de Pasa ( v. Beta), también abreviado como RdP, es un bonito libro, edición limitadísima de un único ejemplar, que Ratita escribió a Menditxu, cuando éste creía necesitar letras para recordar lo que, incipientemente fueron los días, ahora lejanos, de un inmaduro amor MonPei. RdP ( v. Beta) se construyó; parte collage, parte ensayo, parte dibujo y fue uno de los mayores y deliciosos proyectos  inacab/-ados/-ables de Ratita. Pues un diario, solo refleja un pasado, es una instantánea de lo que ya sucedió. Una especie de script Jorodowskyano, que nunca se pudiera haber terminado, por lo menos con la escritora viva. Pero tuvo un impacto esperado y medido, el de revitalizar el recuerdo de su único lector. Esemeses, fotos, recortes encolados se agolpaban en sus páginas, llamándome a visualizar una línea recta y directa en la secuencia de nuestro primitivo amor. 

RdP fue analógico, nunca estuvo en la nube. Pues pertenece a época en la que las nubes de Bilbao solo traían agua. Vive hoy en una estantería, supongo, mejor dicho espero, que, MamaOca le pase el plumero de vez en cuando. El es ya Legacy Software. Un día fue relevante, útil, y ahora es tardío, no sale a pasear mucho, no lo usamos, como un sistema operativo monocrómico.

Con el tiempo, tímida e inusitadamente, RdP entró en la era digital, la de los anglicismos; se pertrechó  de fotos en hard disks, se escribió post en redes sociales y blogs en-línea, se retrató calendarios tailor-made de cocina, repicó en wasaps de smartphones, incluso musicó playlists inspiradores. Todo en el afán de mantener actualizados los sentimientos y/o pensamientos de Menditxu, que al final siempre fue su único destinatario. Así, con cada versión mejoraba…la V.2, o la V.3… con grandes actualizaciones en la arquitectura del hardware en las V 7. y V.9. Tantas veces reseteamos juntos ya el calendario, que uno pareciera necesitar poner, como velitas a una tarta, un número que te recuerde en qué pantalla de la partida estas, aunque sepas que la partida tienes pantallas infinitas y tú tienes solo un par de “vidas” …¡Pero vas a terminar el videojuego!

Desde hace tiempo, y sin saber casi como, RdP está en las nubes, se convirtió en SaaS (Software Como Servicio). No es que mire al cielo y Ratita se me aparezca, como lisérgica ilusión, no estamos ahí aún. Pero como todo y todos estamos conectados, RdP está en también en todo y me parece que su propósito mismo ya no está de actualidad. Ya que cuando le dije a Ratita que tenía miedo de olvidarme de ella, en la distancia, seguramente en el tardío verano Dublín en el 2008, necesitaba mis miguitas de pan guiándome hacia ella. Ahora su esencia está en todo lo que toco y pienso, hasta lo que ella no quiere que toque o piense, la lleva tan dentro. Hoy se, antes intuía solamente, que Ratita es una mujer poderosa y penetrante, como una especie de Peluso sevillana y chiquitina, que eligiendo mi mano va descubriendo la vida que, generalmente, diseñamos a pachas.

Nada, ni nadie, con o sin RdP, podrá hacerme olvidar perennemente que las cosas siguen nuestros designios; que todo tiene un orden en Chez Les MonPei. Incluso, especialmente casi diría, en épocas que como estos meses pasados/próximos, nos trajeron/traerán cambios, reajustes e imprecisiones. RdP me insiste, sin que lo necesite o se lo pida que, como dice Mr. Tangana, “Todo va a estar bien”.

Y aunque lo veo, a RdP, en todos los lados: en progenie, en familia, en el mar, en El Hombre Pez, en las cajas de cartón, en mi bici, en conversaciones nocturnas o taciturnas, en lágrimas evaporadas… hasta en el teclado de ordenador que parece presionarse solo, ya no lo necesito. No quiere decir que no me reconforte saber que está ahí.