Es curioso como son también imágenes, olores, sonidos,...los que cautivan los pensamientos por instantes y te hacen viajar y traer memorias; son los que te recuerdan de vez en cuando de donde vienes, cual es tu verdadero hogar.
Y todas estas ideas inconcisas me hacen pensar si llegará el momento en que haya tanto hogar esparcido por el mundo que no sea capaz de asentarme nunca en un sitio fijo... ¿Si quedan trozos de mi esparcidos por tantos sitios, donde será que me sentiré realmente yo?
Y maldigo a veces a la globalización...el ser ciudadano del mundo es una utopía, todos somos de un sitio, nuestros orígenes condicionan toda nuestra existencia e intentar negarlo es como intentar negarnos a nosotros mismos. El ciudadano del mundo es realmente una persona encadenada al continuo movimiento, encadenada a sentirse realizada en la auto-identificación con las culturas que visita a su paso, encadenada a la afirmación de que necesita conocer para conocerse a si mismo.
Viajar es adictivo, no se si la peor de las drogas, pero lo que es seguro es que es a la que más personas mantiene enganchadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y tú que piensas de esto? No seas tímido y habla: