El otro día tuve una conversación con mi amiga Timilla. Las largas horas de charlas con ella son siempre apreciadísimas, fructíferas, e iluminadoras.
Le comentaba ideas que tengo sobre el momento de asentarme en un sitio de forma más permanente, sobre cómo me gustaría que fuese el “hogar” que formaré algún día. Para una persona con la vida que voy llevando desde hace unos años, el pensar en un futuro estabilizado en un único lugar, apacigua…, calma…, y por ello a veces acudo al efecto relajante de dejarme llevar por estos pensamientos unos minutos, sin frenos.
Me gusta viajar, moverme, de hecho siento que el movimiento es inherente en mí, pero es difícil de esta forma echar raíces, profundizar en las relaciones sociales, y al fin y al cabo los humanos somos seres sociales; aunque por otra parte, cuanto más conozco y más “mundo” veo, más piense que los que formamos el llamado “Primer Mundo”, estemos perdiendo cualidades de socialización.
Pues aquel día en que hablaba a Timilla de ese “hogar”, ella como muy sensata que es, me decía que es mejor no planear mucho, ni poner muchas expectativas en lo planeado, ya que uno nunca sabe por qué camino le llevará la vida. Creo que tiene mucha razón; por algún motivo que aún no entiendo, los humanos muchas veces nos empecinamos en imaginar escenarios de nuestra vida, poniendo ilusión en nuestra propia historieta, y cuando no sale solemos sentirnos frustrados. ¿Por qué no dedicaremos más tiempo a pensar que nuestras situaciones actuales ya son un destino en el que nos encontramos cómodos, en el que no sentimos necesidad de cambiar nada?
Nos planeamos metas, que son como los invisibles fantasmas que perseguimos y luchamos por alcanzar. Pero la felicidad ni la estabilidad se alcanzan a base de metas. Yo tengo una idea de ese “hogar” pero no sería mejor considerar que ese hogar se mueve allá donde esté y que va a ir adoptando muchas distintas formas? Aunque a decir verdad me reconforta más saber que ese “hogar” no es algo cambiante, preferiría imaginarlo como algo estático, cómo un objetivo.
La vida es constante cambio, constante lucha, y una vez llegamos a un punto, surge otro. La calma de los objetivos que uno va alcanzando, debe encontrarse en el movimiento hacia nuevos objetivos. Creo que el reto está en sentirnos satisfechos en el punto en el que estamos, disfrutarlo, y seguir teniendo inquietudes, pero nunca postergar el gozo de la felicidad al logro de objetivos aún no conseguidos.
Aquí os dejo con estas ideas...
Vuelvo a retomar la escritura. Las desconexiones tienen un lado bueno, y es que no duran para siempre. En algún momento la moneda cambia de sentido y la inspiración y las ganas de compartir ideas vuelven.
Desde mi puesto de hibernación favorito, os deseo buenas noches!
Yo lo tengo claro, un buen hogar ha de tener ruedas, ya sean de verdad o de mentira.
ResponderEliminarUn buen hogar tiene que tener solo una cosa, calor. ¡Y todo lo demás ya va llegando poco a poco!
Bienvenida de nuevo a tu hogar vitual Ratita
Para el marino que no sabe a que puerto va, ningún viento le es favorable....
ResponderEliminarUn dia observé que tras de mi, existía un hilo. (Seguro parecido al de tu cometa).
ResponderEliminarLo corté, por si ese hilo se convertía en rabo y yo, en yo que sé...
Descubrí así que los hilos no tienen mucho significado en si mismos, solo te mantienen conectado.
Y asi dejé paso a entender....que somos maravillosas cometas que saben volar, tal vez mas bellas cuando no estan atadas a nada, sino a nosotros mismos.
Descubrí que en mi alma...ya existía hogar. Que era feliz en mis cuantiosas casas, unicamente por eso.
Un dia decidi crear yo un hilo, y llego mi Alba. Solo me interesa crear ese tipo de hilos, y que aprenda a saber que esté donde esté, sus sentimientos y actos, le llevarán en todo momento a ser una bella cometa, que es lo que es.
Sólo el tiempo fue imprescindible para entender, que anduve tras de mi misma.
Sabido esto, decidí seguir sin planificar, ya no "necesitaba" viajar.....EL VIAJE COMIENZA Y TERMINA CADA DIA, en mi vida.
Tu solo te has respondido Iker. Muchas veces creemos que lo que la sociedad nos dice es lo correcto, y parece que el asentarse en un sitio lo es. Como tu dices, el moverse es inherente a ti, y eso no significa que no tengas un hogar. Sobre el futuro, me remitiría a este texto:
ResponderEliminarDespués de un tiempo, uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad..Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es
demasiado incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...
Oyes, que la entada no es mía, sino de la Ratita! Que ha vuelto a mi lado volando la cometa.
ResponderEliminarPues solo tu te has respondido Ratita... XD
ResponderEliminarCierto, no hay mucho más que decir. Esto es tan personal y cada uno debe buscar su tipo de vida, así que adelante cada uno con la suya y a ser felices, respetando la de los demás.
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