Me acuerdo que hace casi mil años mi Tío J fue una de las primeras personas que yo conociera en tener móvil. Un Nokia 5110 de MoviLine. Fíjate que no tenía, por no tener, ni tarjeta SIM, ni mandaba mensajes SMS, por no hablar de MMS. Lo del 3G, sea lo que sea, no estaba aún ni pensado, y el GPRS tampoco. Las cámaras de 5 Mpíxeles aún no estaban implementadas en los móviles, ni en ningún lado. El teléfono en cuestión solo servía para hablar y Tío J tenía cierta dificultad en guardar nombres en la agenda, que era lo "más puntero" que tenía.
Desde entonces ha llovido mucho aquí en Bilbao. Los móviles ya son parte integral de nuestra vida,de nuestras forma de ser y de nuestros anhelos. Todas las tecnologías antes citadas están, las usemos o no (lo sepamos o no), en cada terminal. Junto con otras tan variopintas como el GPS, navegador en 3D, el "diente azul", visor de fotos y de películas, escaner de rayos "X" para ver en bolas a la vecina, politonos o sonitonos, pantalla táctil, vibradores varios...y sobre todo el MP3 con altavoces.
Mire , a mi lo de que tu teléfono tenga los dientes azules, verdes o marrones, lo mismo me da. Que te mande por la carretera más directa al "Bar Rafaelli", me parece lícito...pero que me des la matraca, a mí y a todos con tu reggetón, tu cumbia, tu rock o tu lo-que-sea-que-escuches, pues mira, como que no.
Y es que cada vez se ve más a la versión del sigloveintiunera del casi extinto bailarín callejero neoyorquino de "Breikdans". Llevan hasta las mismas zapatillas Converse que antes nadie quería, solo que en vez de un Boombox, ahora tienen un "Nokia 666 Espressmiusic". Además, en vez de por lo menos bailar, el susodicho solo camina, espera al autobús o envía un SMS, casi sin vocales, a un amigo diciendo: "2p2+k2= kk"
No se dan cuenta, que no son tan modernos, que hace 15 y 20 años la gente ya teníamos música, "walmans", "dismans", cascos y sobre todo un poco de respeto al pensamiento íntimo del prójimo. Sinceramente, a mí me parece un poco feo perturbar a cincuenta cerebros pensantes e imponer tu música a todo un autobús, sea Plácido Domingo o sea La Gasolina.
Por favor, damnificados por el móviles MP3, firmen en la sección comentarios.
Hola a todos los damnificados, y eso no es todo, porque los aficionados a estos aparatiros suelen tener una música diferente para cada persona que les llama, además de otra para cuando reciben mensajes, !claro!, son gente muy solicitada y necesita diferenciar a sus solicitantes, no les basta con que aparezca el nombre de los susodichos en la pantalla de su maquinita, ¿no?. En fin, lo que estaba destinado a ser un aparato para facilitar la comunicación se ha convertido en una seña (!importante!) de identidad para algunos. Cada época tiene lo suyo, en los ´60 fue el 600, en los ´70 el lock happie, en los ´80 Mazinger Z, en los ´90 nos descubrieron internet, y ahora lo llevamos en el bolsillo gracias a nuestros teléfonos móviles. Estamos hiper, mega, super conectados en todo momento, !no te pierdes ni queriendo!, aunque a veces lo necesites. Besos
ResponderEliminarAmen! Primita...
ResponderEliminarFirmo con nombre y apellidos. Se ve que esta gente, además de estar muy satisfecha de sus gustos musicales, tiene alma filantrópica, por lo que nunca despercidian una oportunidad de obsequiar al resto de la humanidad con alguna canción que sirva de alimento espiritual, ya sea en el metro, en el autobús, en la calle... ¿Vamos a ver? ¿Acaso les obligo yo a escuchar a Juan Pardo?
ResponderEliminarYo pienso que tienen un arma de destrucción masiva de la que pueden hacer uso no sólo en el autobús, sinó en el cine, si una vez vi a uno de ellos con la música a toda leche en el cine, creo que esto antes con un walkman era más dificil y puede que con un radiocaset te hubieran pillado en la entrada, pero ahora no, cabe en cualquier lugar y es un arma de destrucción masiva de los nervios!
ResponderEliminarYa sabes mi opinión...me dan ganas de ir con mi libro, ponerse lo en su cara y decirles: yo tengo que escuchar tu música? pues tu te lees mi libro!
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