domingo, 27 de marzo de 2011

Momentos y lamentos musicales

Lo del tener un gusto medianamente anticuado en lo referente a lo armónico es un trabajo, como poco, a media jornada. ¡Vamos que uno no se levanta todos los días escuchando "Los cuarenta" y lo consigue! ¡Ni muchísimo menos!

Has de ser recalcitrante y escuchar siempre la misma música, de los mismos autores, llenarte las orejas con muchas versiones de tus clásicos, babear en el estante navideño de recopilatorios: Eso además de tener amigos "musicalmente casposos" y familiares de cierta edad en cuyo coche viajaras al pueblo antaño y que te influyan de manera negativa en este aspecto.

¡Carajo, lo tengo todo para estar así!

- Bajo música solo para Mamaoca, que generalmente me pide algo de género lírico ligero, pongamos...Malú.
- Mi fonoteca del iTunes, se actualiza menos que el ordenador de Ofelita.
- A menudo me encuentro tarareando versiones de Raphäel (Si, si, el del pastorcito) y pienso, para más inri, que son mejores que los originales.
- Tengo recopilatorios de todos mis artistas favoritos, casi siempre de los noventa hacia atrás. Dí uno y seguro que lo tengo.
- Aparte de Peiton, que considera "música clásica" a unos tipos pintan como puertas grafiteadas y a Los panchos, pues por si no fuese poco hace unos años SenilDion me introdujo en los avatares de otros filántropos de la melodía, Los chichos.


- Pero sin duda, las notas más sobresalientes eran dadas desde el tocadiscos de Mamaoca y el radiocasete del "Land Rover Santana" (R.I.P.) del Tío Eutimio...La música melódica y romántica como pocas de Roberto Carlos, todo un amante a la antigua que puede vivir solo del amor. Para mi es, sobre todo, la síntesis musical con la que crecí, la canción con más recuerdos, esa que siempre representará la más pura belleza, en la forma de una canción,  en este caso a los amores que se fueron.


Larga vida a los clásicos de toda "mi vida"

1 comentario:

¿Y tú que piensas de esto? No seas tímido y habla: