viernes, 4 de marzo de 2011

Mitos y maravillas de la naturaleza

Muchos son los mitos circulando sobre la naturaleza. A los que somos de ciudad, nos los cuelan e incluso nos pueden resultar sorprendentes.

Por ejemplo; destaco así, sin desparramar neuronas, el de que "los gallos cantan al amanecer".¡Mentira! Quienquiera que dijo por primera vez eso, se debía ir a la cama antes del atardecer y, sobre todo, tenía un sueño imperturbable. Los gallos cantan cuando les sale del pico ya sean la una de la noche o las seis de la madrugada.
Permitirme que no me vaya a meter en comentar sobre las vidas de los felinos, ni las patas de conejo.


Pero en realidad quería hoy hablar más sobre las maravillas que obra la naturaleza cuando se la deja hacer aunque sea un poquitito.

Más concretamente aquí, en mi casa que mira hacia la capital, me he dado cuenta que últimamente croan las ranas. Recapitulando, recapitulando me he dado cuenta que es un suceso relativamente reciente y hoy he visto como es que esta maravilla de la naturaleza ha llegado a mis oídos. Lo relato:


Una vez establecido en la casa, resolví a comprar unos aparatos de labranza para una futura huertecita, sita a dñia de hoy en el otrora abandonado jardín. Tras unas semanas de trabajo con la azada, el devenir de los días sin lluvia y el crecimiento de mis plantitas me llevaron a tomar la determinación de regar un poco. No había suficiente agua cerca. Pensé que si lloviese, podría usar el agua de la, también, abandonada piscina. Inclusive, podría llenar la piscina con el agua de lluvia del techo de la casa. Así lo hice: el resultado, es que dejando hacer a la naturaleza: recojo agua de lluvia, que disfrutan los cantores batracios vespertinos, que riega mi huerto sin esfuerzo y que en un futuro, no muy lejano, me dará todo tipo de verduras que yo tornaré de nuevo en materia orgánica, agua con sales amarillentas y sobre todo felicidad.

Hoy, el croar de mis amigos verdes me hace sentir un poco, solo un poco, conectado con el devenir de la naturaleza, en este entono urbano que la hostiga a cada milímetro. Oírlas me hace sentir como el protagonista de unas de esas películas apocalípticas en las que la naturaleza clama su espacio tras derrotar al ser humano avasallador.
Pero sobre todo hoy su canto me hace el comienzo del fin de semana más agradable, sabiendo que Puerto Príncipe recobra, en parte gracias a mí, el verdor y la esencia de la vida en forma de ranitas cantarínas y de brotes de rábanos y rúcula.

9 comentarios:

  1. que bonito! :) sin duda prefiero el croar de las ranas que el cantar de los gallos. Hay algún pájaro por tu barrio? besos

    ResponderEliminar
  2. Claro ratita... Hay una palomita...jejeje
    Desde Torre te mandamos el mas grande de los besos y te decimos que de tal palo tal astilla, por lo de la huerta y eso......que eso debe de ser de los Burgos y si no mira el abuelo:)

    ResponderEliminar
  3. uy los montes tambien son muy del mundo hortelano. menudas moras como ciruelas cogiamos en la huerta de los tios de pequeños (con arañas como ciruelas tambien)! le viene doblemente de casta al chico, no se podia escapar, jeje.
    te mandamos semillas??

    ResponderEliminar
  4. Ruth he comprado semillas para llevar! a ver si me las dejan pasar, pero imagino que no habrá problema! calabacin, berenjenas, melon, albahaca morada, cebollino y lechugas de varios tipos, a ver si crecen en el huerto de Menditxu!

    ResponderEliminar
  5. esa ratita...!! estás en todo jejeje

    ResponderEliminar
  6. la berenjena sale super bien! llevas semillas de cherri? esos tambien dan pasote de frutos :)
    suerte con la huerta, auqnue mas que suerte hace falta cariño, y de eso os sobra seguro :)
    NO TE QUEDA NADA!!!
    mxs

    ResponderEliminar
  7. En la huerta de los tíos después de que la heredaran porque vamos a hablar de él que a mí personalmente me trae recuerdos tiernos y divertidos: ¿quien se curro aquella huerta?, ¿quien le dió forma?, ¿quien hizo el pozo?, ¿quien hizo una caseta para patos sobre el pozo?, ¿quien plantó dalias en los ratos libres después de atender toda la huerta y los bichos que a ella llevó a vivir?. Yo pasé ratos estupendos allí y fue gracias a mi padrino, vuestro padre, Antonio. Es posible que esto abra alguna herida, pero dejadme que le recuerde un rato en público, porque a solas creo que ya lo hacemos todos. Brindemos por la herencia que nos dejó a todos. Gracias

    ResponderEliminar
  8. Ahora si que salió la lagrimica, prima...Aquí por ahora estamos en la fase de tengo soo unos rabanios, pero el futuro, el lejano, si todo va bien, depara las labores de la tierra como algo unido a nuestra vida...hace falta saber de todo un poco, sobre todo si se trata de las cosas que nos llevamos a la boca.

    ResponderEliminar
  9. Ana, eso que tu piensas, lo pensamos todos, aunque a veces nos cuesta expresarlo y recurrimos a las bromas para quitar hierro a los recuerdos.
    Gracias por ese bonito homenaje a tu padrino y padre de mis hijos

    ResponderEliminar

¿Y tú que piensas de esto? No seas tímido y habla: