El caso es qué una persona muy querida por mí, tiene tendencia a preguntar de vez en cuando este tipo de preguntas, y yo, pobre mortal presocrático, que ni siquiera sabe que no sabe nada, no puedo por más que mirar raro y sonreír diciendo:
-¿***** otra vez me haces preguntas...
?
Pero la persona en cuestión, no es de las que tiran la toalla así como así; la repite, con voz dulce pero firme...
Me vuelvo a reír y le digo:
- ¡Ah*****! ¡Qué cosas tienes, de veras que haces unas preguntas a veces!
Pero en el fondo son momentos bonitos y entrañabes, siempre y cuando se me permita no responderlas.
-¡Carambolas¡ Todo el mundo tiene derecho a la quinta enmienda de la constitución americana, ¿no?, por lo menos en las películas, tienes derecho a permanecer en silencio-
Y yo es lo que hago. Callo y sonrío.
Lo de callar y sonreir para no contestar a una pregunta es genetico... que nadie se enfade por eso, quien a los suyos se parece ... honra merece a eso le llamaremos desde ahora una "Ikerada" ja ja ja un beso
ResponderEliminar