jueves, 19 de febrero de 2015

Dimensiones familiares expandidas

Parece ya que es toda una vida y en realidad pasó ya más tiempo. Mucho más que una vida; diríase una vida y media. ¡Claro! la que pasó revoloteando como un "sugus" dentro de la barriga de su ama, que es mi hermana.

A mí se me hace ya que no existiera un tiempo anterior, donde su, cada vez menos, infinitesimal presencia no llenase el firmamento de nuestras dimensiones familiares extendidas. Nuestro universo pre-infantil, aquel afable, predecible y de domingo a la tarde, se desvaneció sin inmutarnos, ante la alegría por la recién llegada que todo perturba en espectros visibles e invisibles y todo remueve y conmueve. ¡Nadie le vio salir por la puerta de atrás del hospital hace hoy 632 días, mientras todos bríndabamos con vino del rico en la sala de espera! ¡Nadie le invito a una copa de despedida entonces y nadie le espera a que vuelva ya!

Por mi parte, lo reconozco muy egoístamente, que no encuentro mejor pegamento familiar que ese gusano sonriente y hambriento, ávido de sabores y atenciones . Hacía tantos años que no comíamos juntos cualquier frío día de diario en la familia. Vainas con patatas, filete con pimientos y ella hay de menú ahora en casa; donde antes cada cual estaba en su trabajo, en su ciudad o en su mundo, hay ahora una unidad común que son sus pañales y sus proto-vocablos balbuceantes.


Yo, que soy el tío del Almendro, un poco mejorado tal vez, ya que visito algo más (aunque seguro el del anuncio pulula ya en Ryanair), aún no tengo a día de hoy una plétora de andaduras comunes. Tan solos unos segundos de llantos entre mis titubeantes brazos, si acaso minutos escasos en el sofá ojeando cuentos, a lo más horas en el refugio dormitando y tirándonos bolitas de plástico.

Pero sé a buen seguro, y por lo que entreveo de por su carácter y por el mío, que lo mejor entre nosotros está por llegar aún. Veo que cada vez estamos en mejor sintonía, pero nos falta, como para tocar un instrumento musical, el tiempo necesario para una buena afinación diaria y la cotidianidad para la práctica que hace la armonía.

Mientras que yo estoy lejos y en algún que otro "asunto que la atañirá", ella, sin darme cuenta casi, ya pasó de gusanito a mariposa. Cada vez estaremos más cerca, porque cada día ella volará más lejos, cerca de mi y yo volaré menos, me quedaré cerca de ella.

¡Entonces vendrán nuestras épocas doradas! Hasta que ese tiempo llegue me consuelo sabiendo que le repiten mi nombre para que se acuerde de mi al llegar la próxima vez.


3 comentarios:

  1. Esta era una espina que tenía desde hace mucho tiempo clavada. Hoy me la saqué.

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  2. Este año vamos a poder disfrutar mucho más de la bonita mariposita! :) y seremos nosotros los que contemos sus historietas! visto que está haciendo practicas con Pepa, le diremos que nos apañe tambien a nuestro sugus a bibis, dodotis o lo que se le ocurra!

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  3. Espero con muchas ganas ese momento de ver como le da "muas" a Sugus y tambien como le dice "calla y a lomir" chiiisssssssssssssssstttt.

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