Probablemente en la casa en la que vives no hay cucarachas, las superficies estarán bien limpias, los alimentos guardados en muebles, así que tal vez muchos de vosotros no sepais bien compo operan en el día a día, mejor dicho en el noche a noche. Lo que es bien sabido es que las cucarachas dan mucho asco y repulsión y nadie las quiere cerca.
Segun dicen los cientificos, son los animales mejor adaptados, y adaptables, del planeta. Son de lo poco que sobreviviría a un holocausto nuclear u a otro cataclismo que ocurriera en esta mundo.
El caso que que cuando bajas a la cocina, enciendes la luz y las ves, ellas corren como locas sin mirar hacia donde y encuentran espacios infinitesimalmente pequeños para colarse, entre la pared y el micro-ondas, entre el fregadero y la bolsa de la basura, entre los detergentes y los trapos. Donde parece que nada puede pasar, una cucaracha entra.
A mi este comportamiento se me asemeja mucho a algo a lo que me enfrento a diario: El tráfico en Puerto Principe. Sin ponerme a personalizar, cada persona al volante de cualquier tipo de "elemento movil a motor", muchos no califican siquiera en la categoría de coches, es como una cucaracha con ruedas. Cada pequeño espacio es apto para pasar, no importa si tienen o no prioridad, si se puede o no pasar, si se bloquea la carretera o no, solo importa en avanzar, aunque sea para recular más adelante, aunque te piten y te maldigan...¡Hay que seguir, cueste lo que cueste!
Hay que decir que aquí los semáforos son entes extraños, las señales suelen estar pintadas con pincel y pintura de bote y el asfalto es un bien escaso y descascarillado como la loza de un baño de taberna vieja. Lo cual no le da a uno razón para ir a lo Kamikaze , en contradirección por las calles de la ciudad.¡Por Dios!