La cometa seguirá volando

Han pasado meses desde la última vez que escribí…menos mal que tengo a mi lado a Menditxu para recodármelo a menudo, que si no… él es como tomar rabitos de pasas :)

Supongo que ante su explosión de imaginación y creatividad me sentía cohibida, pero ahora las cosas han cambiado. Menditxu y Ratita han empezado a volar la cometa en lugares diferentes, separados por varios miles kms…así que mientras la cometa haga sus estragos por apañárselas para estar en tiempo y presencia en ambos lugares a la vez, habrá que darle vida, para que no le falte la energía y siga surcando los vientos…ahora veo que mantener este espacio se hace más importante y por eso vuelvo a escribir.

El último mes de mi vida ha sido muy especial, ha sido uno de esos meses en los que han sucedido cosas que nunca antes me habían pasado, entre ellas:

Nº 1: He pisado tres continentes (América, Europa y África) en 30 días

Nº 2: He firmado mi primer contrato laboral como cooperante en terreno

Nº 3: Estoy por primera vez en África (bueno considerar 1 día de tour en Tánger como haber estado en África me parecería una obscenidad, así que no lo computo)

Nº4: He empezado el mes hablando algunas palabras de Quechua y voy a terminarlo hablando Swahili (para los que no lo sabíais, “Hakuna matata”, famosa expresión del rey león, es Swahili!)

Nº: He visto por primera vez en mi vida un Baobab, majestuoso árbol africano, y como prueba, un botón

Nº5: Ha sido la primera vez que he viajado tan lejos de casa, sola, y con el mieditorrrr que le tengo a volar, jejej. Aunque hay que decir que Menditxu me había preparado un set de emergencia, consistente en un paracaídas en caso de tener que evacuar el avión de forma inmediata, la mar de apañaito :)

Nº 6: También he tenido que despedirme por un largo periodo de tiempo de nuestro Chuño, el perro más cariñoso del mundo y Sultán de Perrunilandia, además de separarme del adorable Menditxu, cosa que no habíamos hecho más que de forma anecdótica en los últimos 10 meses.

Me gustaría compartir con vosotros la mejor parte del viaje que hice el sábado de Madrid a Dar Es Salaam (Tanzania). Fue cuando atravesábamos el Norte de África, desde Libia, por Egipto y Sudán, estuvimos unas horas sobrevolando un paisaje impresionante. Solo desierto y de vez en cuando cúmulos de roca negra o extensiones de piedra blanca. La verdad es que uno se quedaba mirando por la ventana pasmado de la inmensidad. En ningún momento vimos nada parecido a un asentamiento humano y era fácil imaginarse las películas del desierto en las que llega la noche, y empieza el vendaval, y los actores siempre amanecen cubiertos de arena…

(continuará…)