El porqué de la cometa

Las cometas llevan mucho entre nosotros, como unos 3000 años. Los niños chinos jugaban con ellas siglos antes que se empezase a rumorear la llegada de un mesías en Belén.

Son objetos con personalidad propia, pero hasta cierto punto se dejan llevar el lazo que las une al planeta tierra...que si tira, que si afloja, que para arriba, que si te quedas ahí...

No obstante, mas a menudo de lo que a la otra persona al lado del hilo le gustaría, les da un vaido y se caen por si mismas, o se ponen a dar vueltas como locas sin habérseles pedido. La gente puede pensar y hasta cierto punto acertadamente, que es un cambio en los patrones en el ronquido del dios Eolo, pero yo, no me lo creo. Las cometas son seres vivos y como tal pueden tener reacciones extrañas.

Lo que esta claro, es que mientras tengas el hilo en las manos, están al otro lado. Puede ser que haya niebla y que no la veas pese a sus bonitos colores y filigranas. Pudiera darse el caso que si hay poco viento, no notes como tensa la cuerda en la distancia. Siempre, al final, cuando vas recogiendo el hilo esta hay.

Siempre habrá gente a las que las cometas se les hagan entes extraños, porque no se puede saber muy bien donde andan o por donde van a salir en la próxima ráfaga de viento...pero lo cierto es que para mi tienen algo, no sé, muy especial, con poquito las tienes volando, se las ve alegres coleteando al viento, hasta mucha gente envidia su ligereza y movimientos me atrevería a decir.

El porque de la cometa es pues fácil, son sencillas, están relativamente liberadas de pesos y ataduras y fluyen con las fuerzas naturales.

A mí, a veces me gustaría ser una cometa, otras lo creo ser y las mas tengo que mirar con una sonrisa a los niños que las vuelan.