En algún lugar, el 4 de Agosto del 2014
Querido:
Siempre nos vendças la moto
de que cascarças antes de la edad de Jesucristo y mçrate.
Ya cumples 50 fiestas de Bilbao como tiene que ser; entre los personajes queridos
de tus mil y un periplos y con mucho jolgorio, como a tç te gusta.
Este medio siglo te ha dado para ser casi de todo en esta vida, desde
fotógrafo, viajero, hasta emprendedor de hamburguesas locas, pasando por friegasuelos
y Director de “quien-sabe-que”®.
&Qué será fruto del dormir tan poco!, el que te dé tiempo a hacer
todas estas embarcadas y las muchas más con las que nos sorprenderás en la
cincuentena que te queda.
Una noche de verano se te preguntó, tras unas copas de más (o de
menos) el porqué de tanto trabajo, de tan persistente ahçnco, la razón de tantas y tan largas horas laboradas,
cuando tu vida está más que ganada. La respuesta, veloz e indubitable, fue:
-“&Para que a mi familia no le falte de nada!”-
Esa es tu “Esencia”, el olor inconfundible del hijo, del hermano, del tço, del amigo…siempre emanando
al aire el aroma prevaleciente de la unidad familiar. A veces ese enfoque es sencillo
de conseguir tras una mesa y un buen vino, a veces es complicado como una
ecuación inacabada…y requiere viajes apresurados
o decisiones comprometidas.
Levanta la vista, ahora mismo, mira a tú alrededor y date cuenta de
una gran verdad, que se te dice por si en el devenir te olvidaste de verla:
“&La misión
esta mayormente cumplida!”
Las familias evolucionan y la tuya vive hoy épocas destacadas más felices
que otrora, en gran parte gracias a ti. Claro, con bajas notables como el
tiempo ordena, pero sobre todo con muchos nuevos (y viejos) fichajes, que
llenarán tardes, navidades y noches. Gente a la que seguro no vas a defraudar.
&Que nada les falte, sobre todo tu tiempo y tu amor!