Ya todo es más directo, más fácil y rápido, si se me apura un poco, casi hasta impersonal. Mira, ya no conocemos la relación entre la leche y la vaca, entre un una pechuga y un pollo, entre una manzana brillante y su árbol.¡Ya ni las felicitaciones de cumpleaños son las mismas! Están algo alienadas muchas veces de las personas y de sus alegrías.
Antes iba así el día de tu cumpleaños:
Te esperabas hasta las 00:00 para que tu madre o tu hermana, que vivían contigo te felicitasen las primeras, esto cambiaba cuando, raramente, tenías novia en tal día, siendo ella la que llamaba a las 23:59 y contaba los segundos. Luego venían los regalos y las llamadas de teléfono, muchas, pero que muchas llamadas de teléfono, de tus tíos, de tus primos, de tus abuelos, de tus muchos amigos...Fíjate bien en el complejo poceso que transcurría: Alguien se acordaba que tu naciste diez años y diez días después de su hijo, o que su primo del pueblo y tu erais del mismo signo del zodiaco, pero dos días después, incluso se dío el caso de los que se acordaban porque el año pasado en tu "Quinito" de cumpleaños, celebrado en "El Comunista" pillaron con la que hoy amamanta a su progenie. Tras tal esfuerzo rememorativo, uno tomaba el teléfono y con el dedo indice marcaba girando el número cuatro. El teléfono hacía: Taca, taca, taca, taca...otra vez el cuatro... y así siete veces, porque no hacía falta el prefijo. Comunicaba, claro, porque todo el mundo te llamaba, de vuelta a empezar...encima se gastaban dinero en ti, en llamarte para decirte, algo que,a fin de cuentas se sabía de antemano: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Ahora, las cosas ya no son lo que eran, tu madre ya no te dice, llámale a fulano, el hijo de Crisantema, que acuérdate es del tiempo de la semana del tío Eutimio. ¡No! Ya no es así. Ahora todo está codificado ciberneticamente, esto es:
Hace tres cumpleaños, me dí de alta (hice un Sing In) en "CaraLibro", les dije cuando nací y es cara libro que les dice a todos mis amigos y familiares que me escriban, inclusive que me manden un pastel electrónico (a alguien le resulta una cosa tan extraña como a mi,¿Se come?¿Cuándo caduca?). Estos, por su parte pinchan en el enlace y ponen sus mejores deseos para mi día especial. Agradecido, ¡eh!, que conste, pero reconozcamos que no es lo que era antes.
En mi caso, estando en la otra esquina del globo, sin un número de teléfono conocido, pues me conformo con docenas y docenas de breves mensajes que se suceden en mi muro y me dicen que alguien ahí se acuerda de mi un instante aunque tal vez les tenga un poco "cactus". Pero eso no me quita que eche de menos los viejos tiempos, cuando cogía el viejo teléfono, modelo "góndola" de telefónica, y al otro lado estaba mi abuela, que cada año, religiosamente a la hora de comer me congratulaba.
Una vez más me habéis pillado, me estoy haciendo viejito y añoro ciertas cosas que ya no se dan en el día a día, por que ahora van por la red.